Los sistemas de salud en América Latina enfrentan una fuerte tensión debido a desafíos en materia de infraestructura y recursos, agravados por la pandemia de COVID-19. Pero a pesar de ello, la convergencia de los avances médicos, la genómica, los datos y la tecnología están revolucionando la atención hacia una etapa más digital y personalizada que beneficiará a los pacientes y la sociedad con un mayor acceso a la atención de la salud para todas las personas de forma más equitativa y sostenible.
Desde siempre, el objetivo de la medicina ha sido ajustar el tratamiento al paciente, pero esto fue posible sólo recientemente gracias a los avances en ciencia y tecnología. Tradicionalmente, todas las personas diagnosticadas con una enfermedad recibían el mismo tratamiento; estos productos funcionaban para algunos pacientes, aunque eran poco efectivos para otros. La medicina personalizada, por el contrario, reconoce que cada paciente es único; aborda la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades teniendo en cuenta el material genético, el entorno, y estilo de vida de cada persona. Supone un cambio de paradigma en la forma de prestar la asistencia sanitaria, incorporando estrategias de diagnóstico y tratamiento, más eficaces y seguras.
Con la idea de seguir impulsando este enfoque, Roche, empresa internacional pionera en la investigación y el desarrollo de medicamentos y productos de diagnóstico para hacer avanzar la ciencia y mejorar la vida de las personas, firmó dos nuevos acuerdos de colaboración, esta vez con dos facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el objetivo de reducir las barreras de adopción de la medicina personalizada por parte de los sistemas de salud.
Al mismo tiempo, y junto a la Facultad de Derecho, se firmó un acuerdo con la finalidad de capacitar a decisores dentro del sistema de salud en los aspectos jurídicos y las vacancias legales que existen para que la medicina personalizada pueda implementarse en todo su potencial. Así, jueces, abogados, funcionarios públicos y directores de instituciones de salud podrán contar con información que permitirá clarificar y conocer en profundidad el estado actual de las normativas, los avances realizados, las falencias, y el camino pendiente por recorrer.
Los acuerdos con la Universidad de Buenos Aires se suman a los ya firmados con otros gobiernos y municipios de provincias como Córdoba y La Rioja, con la finalidad de impulsar iniciativas que permitan comprender que los sistemas de salud más resilientes y preparados para el futuro tienen el potencial de mejorar las vidas de millones de personas y respaldar el avance hacia el cumplimiento de los objetivos de la sociedad, como un sistema de salud más equitativo y sostenible para todos.